miércoles, 29 de septiembre de 2010

A veces pienso que durante estos 17 años, ya pasados, he perdido algo, he dejado pasar momentos. Pero ahora quiero recuperarlos y estoy decidido a que todo ese tiempo sin saber el uno del otro pase a ser una simple anécdota. Los años que nos queden por vivir, juntos de algún modo, compartiendo cachitos de vida, siendo egoístas, porque no, tendiéndonos la mano cuando haga falta o contagiando la sonrisa, todo este tiempo que tenemos en nuestro horizonte será único; será tuyo y mío. Nuestro.
Serán las palabras, éstas que yo he querido regalarte y que tú lees, mientras un cosquilleo inexplicable te acaricia el estómago. Será también, el sol de cada mañana de lunes; puede que las nubes no te dejen verlo pero sabes que ahí sigue, brillando. Y yo seré parte de ese sol, iluminando tu camino cuando más lo necesites. Puedes estar segura.
El tiempo que ya ha comenzado y que jamás morirá, será nuestro, si tu quieres; serán nuestras las ilusiones, serán nuestros los sueños, puede que el mundo sea nuestro, que lo tengamos en nuestras manos, será tuya la alegría y mía la depresión, podremos compartir esos momentos tan dispares cuando tú necesites lágrimas o yo pida carcajadas, será nuestro el momento de dar un portazo, acabar con una vida condenada y empezar una nueva, nuestros serán los atardeceres, la lluvia, nuestra será la noche, todo.

Sabes, a veces siento miedo. Miedo porque quizás dentro de un tiempo, cuatro o cinco años, nos hayamos distanciado tanto hasta llegar al olvido. Miedo porque lo difícil no es llegar a algo sino mantener ese algo junto a uno mismo. Miedo también, porque nunca había sentido tanta complicidad con una persona a la que conocía tan poco. Miedo, quizás demasiado, en el momento de decidir. Miedo al futuro incierto en definitiva... pero a pesar de todo, soy sincero: contigo mis miedos se transforman en ilusiones. No lo escribo para llenar espacio en este folio, ni porque esa unión de palabras “suene bien”. Simplemente lo escribo porque es mi realidad. Me has cambiado ¿qué quieres que le haga? Quizás es porque yo sea una persona muy influenciable, o quizás tu tengas el don de llegar a la gente en muy poco tiempo, no lo sé, pero es así.

No creo que me quede mucho más que decir. A veces las mejores palabras son las que surgen en nuestras cabezas y es por eso, porque son nuestras, por lo que son únicas.

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