viernes, 12 de marzo de 2010

Todos los relojes de la ciudad
empezaron a zumbar y a resonar
¡Oh! no dejes que el tiempo te engañe
no lo puedes conquistar
en jaquecas y preocupaciones la vida se diluye
lentamente, y el tiempo nos vencera a todos, sea mañana o sea hoy.

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